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viernes, 19 de diciembre de 2014

Caperucita en Manhattan. Inmaculada Romero Martínez.

Martin Gaite, Carmen. Caperucita en Manhattan. Ed: Siruela/Colección escolar de literatura, 1990, 260 págs.
Carmen Martín Gaite (Salamanca, 8 de diciembre de 1925 - Madrid, 23 de julio de 2000) fue una gran escritora española.  
El libro está dividido en cinco partes:
1.      Invitación a la lectura
2.      Primera parte: Sueños de libertad
3.      Segunda parte: La aventura                           
4.      Actividades tras la lectura
5.      Por si quieres seguir leyendo
En la invitación a la lectura nos introduce en un nuevo mundo como lo es el de los relatos tradicionales y la comparación de personajes y aspectos importantes entre el relato tradicional de Caperucita Roja y esta novela moderna de Carmen Martín Gaite.
En los dos siguientes puntos la autora nos introduce la obra en sí, que se comentará brevemente:
Caperucita en Manhattan narra la historia de una niña de 10 años, Sara Allen, solitaria y en busca de su libertad. Sara Allen vive en un barrio de Brooklyn con sus padres, su padre era fontanero y su madre ama de casa, a la cual le encantaba hacer tartas de fresa que le salían muy buenas. La niña tiene una abuela, Rebeca, que vivía sola a las afueras de Manhattan, su madre y ella iba a visitarla todos los fines de semana y le hacían la compra y le limpiaban, ya que la abuela no hacía nada. La abuela fue una maravillosa artista llamado Gloria Star, era un ejemplo a seguir para Sara.
Sara es una chica muy creativa e inteligente, empezó a escribir muy pronto y por ello empezó a interesarse por la lectura. Aurelio Roncali –novio de su abuela y librero– suscitó más motivación por la lectura a Sara. Por último se debe mencionar que a Sara le encantaba inventarse sus propias palabras como la palabra miranfú.
La verdadera historia de esta novela comienza en el décimo cumpleaños de Sara cuando avisan a sus padres de que se ha muerto un familiar, por lo tanto sus padres se van al funeral y la niña se queda con los vecinos (Los Taylor).
Como de costumbre, Sara quiere ir a visitar a su abuela, deja una nota a sus vecinos y se va sola a visitar a la abuela. Monta en el tren y baja en una parada que no es la suya, ya que quiere ir a ver Central Park. En la estación de tren, Sara, sola y sin saber dónde ir, se encuentra con Miss Lunatic o Madame Barthody con la que se va a conocer la ciudad, es con ella cuando descubre la libertad. Miss Lunatic le da una moneda que le serviría para llegar al corazón de la estatua de la Libertad mediante un pasadizo subacuático. La explicación de Madame Barthody es:
…justo entre la iglesia y la terminal del ferry, ahí verás una boca de alcantarilla pintada de rojo con un poste pequeño al lado. […] El poste cerca de su base tiene una ranura por donde se introduce esta moneda. Toma. Guárdala. […] …la metes en la ranura y la tapa de la alcantarilla se descorre despacito… […] Dices una palabra que te guste mucho, echas las dos manos por delante […] En seguida se establece una corriente de aire templado que te sorbe y te lleva dentro del túnel como volando. (pp. 176-177)
Después de despedirse de Miss Lunatic se va a pasear por Central Park donde se encuentra a Mister Wolf, propietario de la pastelería Dulce Lobo, que no conseguía encontrar la fórmula de una buena tarta de fresa. Sara llevaba una de las tartas de fresa de su madre para su abuela y Mister Wolf la probó y le encantó. Mister Wolf quería conseguir la receta y le prometió a Sara que le daría todo lo que quisiera siempre y cuando le dijera la receta. Sara le dijo que la receta estaba en casa de su abuela y a cambio le pidió el favor de ir en limusina a casa de su abuela.
Mister Wolf cumplió la promesa y le dejó una limusina para ella sola. Al llegar a casa de la abuela, Sara se encontró con Mister Wolf y su abuela bailando, Sara se fue a buscar la libertad.
Durante la lectura de este libro juvenil nos podemos encontrar con diversas ilustraciones, que nos ayudan a la comprensión de algunas definiciones que aparecen en la obra.
En el cuatro punto se muestran algunas actividades que se podrían hacer  después de la lectura donde se van planteando una serie de preguntas para saber si ha entendido la lectura y ha disfrutado con ella.
El último apartado, llamado Por si quieres seguir leyendo, la autora nos presenta una serie de libros recomendables y relacionados con la lectura realizada.
Como conclusión, he de decir que Caperucita en Manhattan se trata de una obra amena y divertida; recomendada para todas las edades.
Como futuros docentes debemos plantearnos ¿cómo trabajar esta obra en las aulas?
Antes de comenzar a trabajar con esta obra, tenemos que conocer el intertexto de los alumnos, deben conocer la obra tradicional de Caperucita Roja, ya que trabajaremos con ese cuento como referencia.
Caperucita en Manhattan sería aconsejable utilizarla en 3º o 4º de ESO ya que tienen capacidad suficiente para comprender y evaluar esta lectura.
Antes de comenzar a leer, como actividades de prelectura, planteamos una serie de ejercicios:
-          Explicación en el aula del cuento tradicional de Caperucita Roja.
-          Opiniones de los alumnos sobre el cuento.
-          Perspectivas que tienen sobre la nueva lectura: Caperucita en Manhattan.
Seguidamente viene la parte de la lectura del libro, que se puede realizar  individualmente y en privado o, en el aula (leer algunos capítulos).
Cuando ya han terminado la lectura podremos trabajar con ella de diversas maneras, ¿cómo?, haciendo breves representaciones sobre la obra, inventándonos otro final para este cuento, comparando las escenas más parecidas al cuento clásico de Perrault…
Con todas estas actividades y la lectura de este libro los alumnos podrán observar esa visión renovada y moderna del cuento tradicional. Asimismo, esta lectura puede suscitar, en nuestros alumnos adolescentes, la reflexión sobre la soledad, la necesidad de libertad y la fantasía.


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