Campos de fresas es
una novela, englobada en la literatura juvenil, clasificada por la propia
editorial como «novela realista sobre las drogas de diseño y las discotecas»[1].
Sinceramente creo que es mucho más que eso, y aunque son muchos los que opinan
que tiene mejores obras, considero que ya en 1997 fue todo un acierto y lo
sigue siendo en la actualidad.
De
Jordi Sierra i Fabra (Barcelona 1947) me gustaría destacar que es uno de los
autores españoles que más premios ha
ganado en los últimos años y que más se ha leído. [2]
No obstante, me gustaría destacar algunas palabras textuales del autor, en una
entrevista realizada por Terrirotio Ebook [3]
en el año 2011. En esta entrevista, entre muchas otras cosas interesantes, el
escritor afirma cosas tan contundentes como «Cuando yo empecé a escribir libros
realistas, recuerdo que le dije a mi mujer vamos a morirnos de hambre porque
esto no se va a vender». Me sorprende como un autor de tanta importancia creyó
en su momento que sus libros iban a ser un fracaso. El propio autor no era
consciente que esa forma de escribir iba a causar tanto impacto:«Mi estilo está
basado en el diálogo, frases cortas, intensidad, capturar al lector en el
primer capítulo, pero siempre he escrito igual ». Esta es una de las
características que vamos a comprobar en la mayoría de los libros y que también
está presente en Campos de fresas, un
estilo inmediato, corto, que empieza de forma abrupta…Este estilo, es el de
Jordi Sierra i Fabra que como bien dice: «yo no me he adaptado a modas o estilos,
yo creo en mis propias tendencias y me he adaptado siempre a ellas. Casualmente
mi forma de escribir encaja en el mundo actual de rapidez, de velocidad, de
capítulos cortos » Y añade: «me siento feliz porque yo encajo en este mundo».
En resumen, se trata de una capacidad innata del autor que como bien dice a
encajado de lleno con la sociedad, siendo estas características «rapidez,
velocidad, capítulos cortos» la esencia de este libro, y posiblemente el motivo
por el que haya tenido infinidad de lectores de todas las edades.
Campos de fresas,
comienza con una llamada nocturna en la
que se le comunica a los señores Salas que su hija está en el hospital por
haber tomado algún tipo de «sustancia peligrosa»[4].
Es aquí cuando el lector empieza a entender que, Luciana Salas está en coma por
haber tomado una pastilla. Allí en el hospital están sus amigos, Cinta, Santi y
Máximo, estereotipos de una sociedad joven, inmadura que se preguntan por qué a
ellos no les ha pasado nada y su amiga está en coma. Sin embargo, es una preocupación un tanto superficial
puesto que no moverán ficha hasta que aparezca en la escena Eloy, el enamorado
novio de Luciana que hará todo lo posible por salvar a su chica.
La
aparición de personajes secundarios como un atrevido periodista capaz de todo
por dar la noticia y un agente de policía muy preocupado por lo sucedido,
precipitará la acción de forma rápida y precisa. El libro no se anda con rodeos
y como bien dice Sierra i Fabra será inmediato y rápido. Lo único que se puede
hacer para salvar a la joven es encontrar una pastilla igual a la que tomó
Luciana. A los médicos se les escapa todo el estas nuevas drogas de diseño y
como bien afirma el doctor Pons «ahora que teníamos el éxtasis bastante
estudiado…[…] no debería de haberse prohibido […] cuando vamos descubriendo una
cosa, la prohíben»[5]. A los
médicos se les escapan los componentes químicos que estas nuevas drogas puedan
llevar y esto ralentiza mucho más el proceso. Las conversaciones entre el
médico y el inspector Espinosa son realmente una reflexión de forma implícita
dirigida al lector para que sea consciente de la bomba que pueden suponer estas
drogas.
Como
ya he dicho anteriormente, el libro se escribió en 1997, cuando estaba de moda
el bakalao, y su ruta pero hoy en
día, los afters o las raves, siguen siendo frecuentadad por
miles de jóvenes y las drogas que se consumen son iguales o más peligrosas que
las que se nos describen en este libro.
Otra
de las cosas que me gustaría destacar y que me parece muy curiosa, es el título
de los cortos capítulos. Durante la
lectura de este libro, he manejado dos ediciones, en la que me baso ahora mismo
de 1999, y otra. En esta última, los títulos eran las horas y los minutos que
iban pasando desde la hospitalización de Luciana y en la de 1999, los
movimientos de las fichas en una partida de ajedrez.
Nuestra
protagonista en coma fue campeona de ajedrez y es brillante en este juego. Es
por eso, que se intercalan capítulos en cursiva en los que aparecen los
pensamientos de la joven que lucha por ganar la partida más importante de su
vida. Los movimientos son los de una partida (como aficionada al ajedrez diría
que bastante dura) y recomendaría a los lectores que por curiosidad, hicieran
esos movimientos para ver cómo se va desarrollando la partida a medida que va
avanzando el libro, sobre todo en los momentos más duros para Luciana.
Es
por eso, que no me ha gustado que este elemento haya desaparecido de algunas ediciones
porque creo que es un elemento que le da mucha más intensidad a la lectura. Creo
que se trata de una obra que abarca muchos temas y no solo el de las drogas y
es por eso que me gustaría destacar el que para mí es uno de los personajes más
interesantes del libro: Loreto. Esta joven, amiga de Luciana, sufre bulimia y
creo que la forma en la que el autor nos la presenta, así como la forma en la
que aparecen sus pensamientos, está muy acertada y puede invitar a la reflexión
sin la necesidad de explotar el tema.
El
amor adolescente, las drogas, los trastornos alimenticios, la preocupación
sobre un futuro…son abordados en forma de personajes que van representando
todos y cada uno de los temas que Jordi Sierra y Fabra aborda en este libro.
Destacar
también, la adaptación cinematográfica dirigida por Carles Pastor, poco
comparable con la grandeza del libro, como podemos ver solo con el tráiler [6] que ha
sido emitida por varias cadenas autonómicas. No obstante, el autor que se
considera un auténtico «cinéfilo» se mostraba orgulloso al ver una de sus
novelas Un poco de abril, algo de mayo y
todo septiembre era trasladada a la
gran pantalla. [7] La película
ha adaptado el título Por un puñado de
besos y se estrenó en 2014 no siendo, como se esperaba, tan bien recibida
como sus novelas.
Una
prueba más de que la grandeza de este autor reside en su capacidad para
conectar con un público mayoritariamente adolescente, no exclusivo, porque los
hay de todas las edades y que año tras años sigue acogiendo sus obras como el
primer día.
[1]
Sierra i Fabra, Jordi, Campos de fresas, Madrid,
SM, 1999
[2]
Sierra i Fabra, Jordi, Idem
[3]
Territorio Ebook, you tube, https://www.youtube.com/watch?v=_CmAa80VooM ,
[enero 2015]
[4]
Sierra i Fabra, Jordi, Idem, pág. 10
[5]
Sierra i Fabra, Jordi, Idem, pág. 31
[6] Trailer, you tubem https://www.youtube.com/watch?v=uqoKSljKTD4
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