Título: El valle de los lobos
Autor: Laura Gallego García
Editorial: SM
Colección: El NavegantePáginas: 221
Año de publicación: 2000
“El amor es el único
puente entre lo visible y lo invisible
que todas las personas conocen.
No te preocupes en
explicar emociones.
Vive todo
intensamente
y guarda lo que sentiste
como una dádiva de Dios.
Si crees que no vas
a conseguir aguantar en un mundo
donde vivir es más
importante que entender,
entonces desiste de la magia.
Tú
nunca serás mía; y, por eso, te tendré para siempre.”
Este
es el lema de Paulo Coelho con el que la autora da comienzo a la novela, y se
podría decir que el poema, y especialmente el verso final, resume a la
perfección el sentimiento del lector cuando termina de leerla.
Laura Gallego se ha
dedicado a la Literatura Infantil y Juvenil desde hace más de quince años. Sus
éxitos en ventas y en premios de literatura la preceden. Quizá es más conocida por
la trilogía fantástica de Memorias de Idhún, pero la trilogía (más uno) de
Crónicas de la Torre, es también de una extraordinaria calidad. Especialmente
si tenemos en cuenta el público al que se dirige.
La historia se centra en los dos
personajes principales: Dana y Kai. Todo lo que gira a su alrededor es casi
anecdótico para ellos. Incluso teniendo en cuenta que la vida de Dana da un
vuelco cuando un señor con túnica gris decide llevarla a un colegio de alta
hechicería emplazado en una torre en medio de un valle atestado de lobos. Hasta
en esta situación, Dana sólo puede pensar en su gran amigo de pelo rubio y ojos
verdes, a quien sólo ella puede ver.
Se
trata de una novela en la que lo fantástico queda relegado a un segundo plano.
Aquí priman los sentimientos, las emociones, la energía. Los diálogos entre
Dana y Kai, aunque sencillos, son conmovedores. Las imágenes que se proyectan
en la mente del lector son dramáticas. Y aun así, el ritmo de la lectura es
frenético. Los hechos se suceden con una rapidez vertiginosa a pesar de que
pasan años. No hay tiempo para que el lector se aburra, o deje el próximo
capítulo para mañana. No. Hay que seguir leyendo, hay que llegar hasta el
final. Y eso es lo que busca un adolescente que está aprendiendo a leer
literatura. (Al menos, eso buscaba yo a los doce años.)
La
historia de Dana y Kai es una de las razones por las que el lector absorbe una
página tras otra, en busca de respuestas, pues Kai no le cuenta a Dana lo que
realmente es hasta que no es estrictamente necesario, hasta que ella no
descubre que es una Kin-Shannay, y puede ver a los muertos. Para Dana, todo lo
relacionado con su gran amigo/amor es puro misterio. Ella desea saber desde el
principio: ¿por qué los demás dicen que habla sola?, ¿por qué Kai nunca ha
conocido a su familia?, ¿por qué él no le habla de la suya?, hasta que descubre
amargamente que sólo ella puede verlo, y se pregunta entonces si se está
volviendo loca sin remedio. Mucho después descubre que Kai es una palabra
élfica que significa “compañero”, y que alguien le encomendó a su amigo que
velara por ella durante toda su niñez. El resto de porqués los dejo para
aquellos que se decidan por utilizar esta novela en sus clases, ya que si así
fuera, deberían leerla primero.
La
estructura es lineal, con pocos flashbacks y algún salto en el tiempo. El
argumento es sencillo y fácil de seguir: cuando Dana entra en la Torre, se
centra en estudiar magia para ir superando niveles. Allí la acompañan un mago
elfo (Fenris), una enana que ha servido allí durante muchos años (Maritta) y el
gran Maestro (Suren). Por supuesto, Kai también está con ella. Dana empieza a
ver la imagen de una mujer que le dice que debe ir en busca del unicornio. Al
principio la niña intenta ignorarla, pero pasados los años decide salir al
bosque a buscarlo, sin saber que los lobos del valle son parte de una
maldición, y por tanto resultan invencibles. En el episodio del bosque, Fenris
sale a salvar la vida de Dana y es aquí cuando descubre lo que en realidad es
él. Un año después vuelve a buscar al unicornio, esta vez en compañía del elfo.
En este momento descubre toda la historia de Aonia, antigua señora de la Torre,
y su actual amo, antiguo discípulo de ésta. La noche dura bastantes capítulos,
y al acabar, se cierra la historia con un final dramático y ¿feliz?
Me
gustaría destacar tres momentos específicos que me han llamado la atención en
mi segunda lectura, doce años después de la primera.
- En primer lugar me parece destacable el momento en el que Dana recibe su primera clase de magia y hechicería. “La vida es una lucha constante por participar en esa energía del mundo; y obtener más supone privar a otras criaturas de la parte que les corresponde.” El Maestro dice estas palabras a Dana, para que entienda que la magia no es más que energía, energía que unos pocos saben canalizar: los magos. Esta visión de la magia me resulta especial. En esta novela se puede ver cómo con cada hechizo que lanza Dana, pierde energía, a diferencia de lo que ocurre por ejemplo en la saga de J.K. Rowling: Harry Potter, donde los magos se baten en duelo y pueden lanzar un hechizo tras otro sin que se vea mermada su fuerza.
- En segundo lugar, es importante el momento en que Dana y Kai se enfadan y se distancian. Todo se debe al miedo que siente la niña por haberse enamorado de alguien incorpóreo, alguien con quien no puede compartir su vida, y de quien no sabe absolutamente nada. Pero pronto se da cuenta de que a pesar de no saber todo de él, siempre ha estado a su lado, y eso reconforta a nuestra pequeña protagonista.
- Por último, he marcado la escena en la que Dana recupera el sentido después de su primera noche de plenilunio en el bosque. En este momento la autora crea un paralelismo muy nítido entre la enana Maritta y la madre de la niña. Ambas reaccionan con alivio y posterior severidad a las escapadas de Dana. La madre cuando desaparece con Kai todo un día y nadie en su casa sabe dónde está, y Maritta cuando despierta después de pasar la noche buscando al unicornio.
En
definitiva, El Valle de los lobos es una novela dulce y triste a la vez. Con
final cerrado pero sabor abierto. Es una de esas novelas que devoras sin darte
cuenta, con las que pierdes la noción del tiempo. Si la lees con diez o doce
años, y te dicen que tiene dos continuaciones, no dudas en buscarlas donde sea,
para saber más… ¿Qué pasará con Kai?, ¿se volverán a ver algún día?, ¿qué
significa realmente ser una Kin-Shannay?, ¿se enamorará Dana en el mundo de los
vivos?, ¿hasta dónde llega la magia de Dana?, ¿qué hará ella siendo Señora de
la Torre?... Es un libro de los que incitan, de los que nos interesan como
docentes para acercar a nuestros alumnos a la literatura placentera, al gusto
por la lectura que muchos de ellos aún no han descubierto. Quizá no es un libro
de una literatura excelsa, pero tiene los elementos propios para conseguir que
aquellos a quienes va dirigido se sienten a leer durante horas. Además, es
interesante el uso de un léxico sencillo en mayor medida, pero complejo en
palabras puntuales, que dará mucho juego a ampliar y mejorar el vocabulario de
los alumnos.
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