Días de Reyes Magos
El libro, Días de Reyes Magos,
narra la historia de Uli. El protagonista cuenta que cuando tenía ocho años
descubrió que los Reyes Magos no existían. Cuenta también las continuas peleas
que tiene que soportar de sus padres. A lo largo de la lectura del libro, vamos
viendo como el protagonista, Uli, va descubriendo poco a poco la literatura.
Recién cumplido los dieciséis años, decide marcharse de su casa harto de las
continuas peleas con sus padres. El padre de Uli había sido un actor de un
grupo independiente, o como lo retrata Uli, un histrión, un actor que
representaba disfrazado. Uli huye de sus padres, de un desconcierto y un
desasosiego sinuoso. A medida que vamos leyendo el libro, Emilio Pascual, hace
una descripción de todos los personajes que rodean a Uli. Su padre detestaba el
trabajo y no pasaba mucho tiempo en casa. Cali era la chica que le gustaba y
era muy lista en los estudios. Y, la madre de Uli, era una soñadora y esperaba
mucho de la vida. Un día se va al metro y conoce a un ciego. De repente, su
padre desaparece y conoce al ciego. Toma al ciego como un referente paterno ya
que de él, aprende muchas cosas entre ellas la literatura y la pasión por los
libros. Su madre habla con Uli diciéndole que su padre había muerto. Después de
este suceso trágico, Uli recibe un paquete con tres llaves. Estas tres llaves
le llevan a una buhardilla. La buhardilla pertenecía al ciego que murió en un
accidente de metro. Uli descubre que el
ciego era su padre disfrazado. En la buhardilla encontró todos los disfraces y
todos los libros que iban desapareciendo de su casa.
En el primer capítulo, podemos encontrar una pista que nos deja Emilio
Pascual de lo que va ir sucediendo en el libro: “-¡Hubiera preferido ser ciego
como Demódoco y que las musas me resarcieran con el dulce canto, antes que
sufrir a esta Jantipa en castigo de mi clarividencia!”. Esto lo dice el padre
de Uli en las constantes peleas con su madre. Aquí podemos ver, las referencias
que hace Emilio Pascual a La Odisea
de Homero.
Cabe decir, que hay intertextualidad en
el libro, ya que utiliza muchas referencias a libros como: El alcalde de Zalamea, Don Juan Tenorio, La vida es sueño, Lazarillo de
Tormes, Don Quijote, Moby Dick, Los miserables, Hamlet, Guerra y Paz, entre
otros. Creo y, no me equivoco, cuando
afirmo que Días de Reyes Magos y El
Lazarillo guardan un símil. Es decir, Lázaro de Tormes se marcha
de su casa y acaba con un ciego que le enseñará muchos valores útiles que
utilizará más tarde en su vida. Pierde esa inocencia que le hace abrir los ojos
ante la vida. También pasa en la obra de Emilio Pascual cuando Uli dice esto
acerca del ciego: “El ciego no sólo me enseñó a leer, sino a vivir”. Tanto
Lázaro como Uli aprendieron con el ciego.
En el capítulo cuatro llamado “El
metro”, Uli dice: “Ni rastro de él. Lo devoró el metro”. Esta frase viene de La vorágine, novela que también se dice:
“Los devoró la selva”. Aquí Emilio Pascual, juega muy bien sus cartas ya que
nos da una pista de cómo va a morir el ciego, es decir, el padre de Uli. Tuvo
un accidente donde fue arrollado por un metro.
Otras de las cosas que más me han llamado la atención del libro , además
de todas las referencias a la literatura y la trama que vive el protagonista,
son las lecciones de vida que da Emilio Pascual en el libro y que , todo
adolescente puede utilizar en su día a día. La primera que vi fue en el
capítulo donde describen a Cali. Cali le dice a Uli: “Cualquier situación tiene
sus lados buenos y sus lados malos. El secreto está en aprovechar los unos y
evitar los otros”. Es un buen ejemplo de cómo enseñar a un adolescente que a
pesar de las circunstancias tienes que sacar tanto lo bueno como lo malo. Otra
de las frases que leí en el libro y, que seguro nos ha pasado a todos nosotros,
es: “Hay caricias que son peor que un latigazo y tortas que son besos al
revés”. Y, razón, no le falta al autor. Una de las cosas que me ha impresionado
de la lectura de Días de Reyes Magos, es la reflexión que
hace Emilio Pascual del lenguaje: “"Aunque en la gramática siempre he detestado las excepciones, los
verbos irregulares y las conjunciones erráticas, reconozco que la vida solo es
tolerable porque existe lo excepcional, lo extraordinario, lo atípico".
Juega, también con los sinónimos : “¿ Pellas o novillos?”.
Para finalizar, como lectora, me
ha encantado el libro. Es fácil de leer y muy intrigante. Es uno de los libros
que desde la primera página te deja enganchado. Como filóloga, me encantan
todas las referencias que hace a la literatura clásica, española,
hispanoamericana y a la francesa. El autor sabe muy bien cómo utilizar las
referencias homéricas, los personajes está muy bien diseñados. Además, admiro
como utiliza la intertextualidad de otras obras como El lazarillo de Tormes o La Odisea de Homero. Me encanta que vaya dejando pistas
en distintos capítulos para que vaticinemos el final. Cuando uno lee el libro,
o por lo menos como yo lo he percibido, somos como un Sherlock Holmes buscando
cada pista para construir el rompecabezas de la obra. Desde un punto de vista
docente, es un buen libro para fomentar la lectura ya que , además de ser una
historia maravillosa narrada por un protagonista que va descubriendo un mundo
de fantasía y de maravillas por medio de la literatura, va introduciendo libros
de la tradición canónica interesantes para que el alumno se interese más por
los libros y llegue a leer todas aquellas obras que aparecen en el libro. En mi
humilde opinión, antes que Memorias de una vaca que lo leí y me
aburrió muchísimo y tuve que decidir cambiar a este libro, es la mejor decisión
que he tomado porque merece la pena leer Días de Reyes Magos. Para terminar, y como
diría Uli: “Días de Reyes Magos no
sólo me enseñó a leer, sino a vivir”.
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