Alta en el blog

Blogger ha cambiado los criterios de seguridad y está bloqueando varios accesos con la cuenta alumnalij.

Para las personas que no puedan acceder, ruego que me escriban a joseroviracollado(arroba)gmail.com desde una cuenta de gmail y les invitaré directamente al participar en el blog.

lunes, 12 de enero de 2015

Campos de fresas (Ángela Soro)



Campos de Fresas, Jordi Serra i Fabra
Ediciones SM, 1997
Págs. 141

Campos de Fresas es una novela realista sobre las drogas de diseño y las discotecas, su marco propagador, a través de una historia tan contundente como explosiva. Su autor, Jordi Serra i Fabra, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, aboga por un público juvenil y escribe para todas las edades por la diversidad de sus temáticas, etc. Toda su obra, como su vida profesional, tiene un punto en común: el conocimiento que tiene de sus lectores.
Todo comienza cuando los padres de la protagonista, Luciana, reciben la llamada del hospital avisándoles de que su hija ha sufrido un golpe de calor provocado por una pastilla similar al éxtasis que se había tomado esa misma noche en una discoteca del pueblo, lo que le hace sumergirse en el coma. A partir de este primer suceso, siguen 94 capítulos más contados en horas y minutos y, con ellos, el autor consigue mostrar las impresiones, los pensamientos, los sentimientos de cada uno de los personajes presentes en este relato.
La historia sigue con los amigos de Luciana: Cinta, Máximo, Santi, quienes comienzan a reflexionar en el hospital sobre lo sucedido la noche anterior; Loreto, su mejor amiga, bulímica, que se enfrenta finalmente a sí misma a causa de su enfermedad; y Eloy, el novio de Luciana que busca al camello que les suministró la pastilla con la esperanza de poder salvarle la vida, pues los médicos no pueden hacer nada más por ella porque no saben qué sustancias químicas contiene dicha droga consumida.
En unas horas todo se descontroló, y cuantos conocen a Luciana luchan por ella, pero también luchan por algo más que es recuperar el tiempo perdido, y por supuesto, mejorar sus vidas.
También la policía interviene en la búsqueda y un periodista, Mariano Zapata, que se dispone a destapar todo el dramatismo de la historia con una foto de Luciana con los tubos conectados para conseguir que su noticia tenga más importancia y ser portada.
Tras una larga y complicada búsqueda, por fin los amigos de Luciana y el inspector Varela consiguen encontrar al camello, Poli, y hacerse con una de las pastillas.
Pero ya no hará falta, pues mientras Luciana jugaba  una partida de ajedrez contra la muerte en uno de esos juegos ha conseguido ganar su partida y despertar del coma.
Un factor importante en esta historia es la gran variedad temática que engloba sobre todo el mundo de las drogas. El protagonismo recae sobre los adolescentes, pues hay una identificación del lector con el personaje del relato por el reflejo de la sociedad. A parte de meter al lector en el mundo de la droga, el autor introduce otro problema bastante común en la sociedad que es el de la bulimia a través de una de las amigas de Luciana o también el de la imposibilidad de los padres de controlar a sus hijos cuando salen de casa.
Todo ello se va desarrollando a lo largo del libro a través del diálogo, donde la voz narrativa es simultánea a los hechos que se cuentan, y de la mano de un lenguaje real que pretende reproducir el lenguaje coloquial del público juvenil y que permite la inmersión del lector adolescente en el relato desde el primer momento.
En suma, Campos de fresas reproduce un tema que, por desgracia, está en boga, sobre todo, en la gente joven que empieza a probarla sin saber sus repercusiones (droga, pastillas, éxtasis, camello, éxtasis…). Con la inclusión del tema de la droga, la lectura representa un proceso de maduración que pone al propio lector en la piel de la protagonista

Así pues, es una novela que aborda la línea temática perfecta para concienciar a sus lectores sobre la gran masa de gente que conoce y que toma este tipo de sustancias a la hora de salir de fiesta para que su cuerpo resista. Por ello, considero ideal para trabajar en el entorno educativo a Jordi Serra i Fabra y su Campos de fresas por el jugo que se puede extraer de este novela corta y que, los alumnos de 4º de ESO o Bachiller, tendrían las capacidades suficientes para leer, comprender, y hablar sobre este tema tan actual y, a la vez, tan cercano a ellos por ser el claro reflejo de la sociedad.  

"Cuidado. Mi rival es bueno. Es el mejor que 
he tenido nunca. Porque ahora sé cómo es. 
Sé quién es. Le he visto la cara. 
Mi rival es la muerte, y juega a ganar"






No hay comentarios:

Publicar un comentario