Alta en el blog

Blogger ha cambiado los criterios de seguridad y está bloqueando varios accesos con la cuenta alumnalij.

Para las personas que no puedan acceder, ruego que me escriban a joseroviracollado(arroba)gmail.com desde una cuenta de gmail y les invitaré directamente al participar en el blog.

martes, 13 de enero de 2015

Memorias de una vaca - Pilar Martínez Albero



ATXAGA, Bernardo, Memorias de una vaca, editorial SM, 2008, págs. 168.
En el marco de la literatura española juvenil encontramos el libro de lectura Memorias de una vaca (1992) del escritor español José Irazu Garmendia, más conocido por su seudónimo Bernardo Atxaga (1951). Esta novela, como toda su literatura (cuento, novela, poesía y ensayo), ha sido escrita en euskera, por lo que en ella observaremos que sus raíces están muy presentes.
Adentrándonos en el análisis de la novela, indicamos que está dividida en nueve capítulos, de ellos extraemos que la temática principal es el recorrido histórico desde la posguerra española ─visto desde el País Vasco─ hasta finales de los años noventa. Esta historia se representa desde la visión de un personaje peculiar, la vaca Mo, que escribe a los cincuenta años de edad la memoria de su vida, desde que nace ─coincidiendo con los inicios de la posguerra─ hasta una edad más madura ─finales de siglo─. La historia se desarrolla en un pueblo del País Vasco, Balanzategui, en concreto, en el establo donde vive Mo junto con otras vacas.
Esta realidad espacio-temporal es representada, detalladamente, por el autor mediante los diálogos; por ejemplo, entre El Pesado y Mo:
─De acuerdo, hija mía, es el siglo XX, o por decirlo más exactamente, el año de 1940, pero estamos en el País Vasco, y en el País Vasco ha habido guerra hasta hace poco, precisamente la guerra civil de 1936, y hay mucha hambre, mucha pobreza, poca gente para limpiar los bosques, y corre el rumor de que todo está lleno de lobos.
(pág. 16)
En cuanto a los personajes principales que aparecen en la trama, señalamos a la protagonista-narradora, la vaca Mo, la inteligente Vache qui Rit ─una buena amiga de Mo─, y el antagonista Gafas Verdes, un fascista alemán. Por tanto, la narración se lleva a cabo desde el punto de vista de la protagonista, ya que cuenta sus vivencias en primera persona (Bastó aquella frase para que yo, sintiéndome la vaca más feliz del mundo, me rindiera a sus pies, pág. 61). Asimismo, cabe remarcar la importancia de un personaje muy peculiar que mantiene continuas conversaciones con Mo, su propia conciencia, llamado por ella misma “El Pesado”. Están muy presentes los diálogos entre ellos y las intervenciones de este cada vez que Mo duda sobre cómo actuar; lo que va desencadenando los diferentes tipos de comportamientos y actitudes de la vaca.
Con el propósito de comprender mejor los hechos de la novela, debemos comentar que el autor introduce la historia con el presente de Mo y, a lo largo de esta, va contando su vida desde que nació, es decir, su pasado, y finaliza la historia volviendo, de nuevo, al presente ─años noventa─. Esta técnica provoca en el lector que, desde un principio, se interese por el significado de las palabras de esa extraña voz interior que le dice a Mo: ¿acaso no ha llegado la hora? ¿Acaso no es el momento adecuado, correcto y conveniente? (pág. 5). Estas palabras, que se repiten al inicio y al final de la novela, tratan de mostrar esa presión a la que están sometidos los escritores por escribir correctamente.
De esta forma, Atxaga demuestra que Mo es obligada por su conciencia a escribir sus memorias (Ya es tiempo de escribir las memorias, me dijo. […] me he dado cuenta de que fue un mandato terrible, pág. 166). Incluso al final de la historia, cuando habla con Pauline Bernardette, esta le aconseja que perfeccione lo que ha escrito. De nuevo, el autor presenta ese aborrecido afán por buscar la escritura perfecta, dado que habrá un público que la valore. 
Este aspecto crítico empleado por Atxaga le sirve, asimismo, para ilustrar la evolución de la vida de la protagonista mediante ese monólogo interior, que nos permite conocer sus sentimientos. En otras palabras, Mo nos va dibujando cómo realiza un proceso de aprendizaje, cómo adopta una opinión crítica y razonable de los hechos sospechosos que ocurren en Balanzategui.
Tras la separación con La Vache, Mo volvió a dudar sobre su inteligencia; sin embargo, su conciencia, de nuevo, le apoya argumentándole que, en esta ocasión, ha sido La Vache la que se ha equivocado al negar su identidad y su fe en sí misma. Este hecho de rechazar su especie demuestra cómo el autor pretende apostar por una actitud crítica y perseverante ante uno mismo y ante la vida.
Como se ha podido comprobar, la novela tiene varias técnicas para presentar la Guerra Civil con sutileza, ya que, por ejemplo, el hambre y la pobreza aparece mediante el alimento de las vacas y, también, con el arroz que esconden los republicanos para dárselo a los guerrilleros del monte (maquis). Igualmente, destaca la identificación de los lobos con los fascistas que asediaban los caseríos. Todos estos hechos están representados a través de las vacas, en especial, del sufrimiento y las experiencias de Mo.
Precisamente por esa manera ingeniosa de contar los sucesos, esta novela podría ser propuesta para el ciclo de 1º ESO, ya que, en cuanto a la temática de valores sociales y de respeto, pienso que es adecuada para fomentar una buena educación en la comunidad de la clase. Esto es así porque se tratan valores como la amistad, la existencia de la conciencia, la aceptación de uno mismo, el respeto a la diversidad e, incluso, la tolerancia animal. De este modo, se nos presenta una historia divertida y graciosa protagonizada por la vaca Mo, lo que favorecerá que simpaticen con ella y valoren los consejos que le da El Pesado.
Para acabar, debemos señalar que, sin duda, el rasgo especial que nos engancha a esta novela es cómo, a partir de un animal tan estimable como es la vaca, se analice el comportamiento humano, en concreto, en la Guerra Civil española, mediante la visión de dicho mamífero. Recurso, en mi opinión, empleado con gran acierto porque, quizá, los jóvenes no estén preparados para adentrarse de una manera más dramática en la historia de la guerra de España. Por ello, esta presentación alternativa con diálogos divertidos, refranes, poesías y canciones, por su carácter lúdico, humorístico y educativo, considero que es una manera adecuada para que los alumnos se acerquen y comprendan cómo fue ese tiempo de contienda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario