Gustavo Martín Garzo (1993) Tres cuentos de hadas. Editorial Siruela, Madrid, 2003, 131
páginas.
Tres cuentos de hadas es un libro
compuesto por tres cuentos exquisitamente tejidos que enlazan con sutileza tres
mundos, el natural, el fantástico y el humano. Publicado en 1993, Gustavo
Martín Garzo vuelve a apresar las manos de Jesús Gabán para ilustrar sus
cuentos, artificios de su imaginación. Es complejo afirmar un curso para
seleccionar esta obra. Si atiendes al título o a la temática, si sabes que es
un cuento, podrías pensar que sería adecuado para primero de Educación
Secundaria. Sin embargo, conforme te adentras en la lectura y en la historia de
los personajes no puedes evitar replantearte esa primera decisión, así lo
manifiestan también en la Revista de Literatura y en Revista Babar.
Quizás
podríamos plantearlo en dos etapas, trabajarlo con los alumnos de 4º de la ESO
con la finalidad de que pongan en práctica la labor del cuentacuentos en 6º de
Primaria o 1º de la ESO. Aunque el objetivo principal sea la motivación del
lector, también podría trabajarse la estructura del cuento y sus personajes.
Gustavo
Martín Garzo nació en Valladolid, en 1948. Pasó su infancia en un pueblo de
Castilla. Su estancia en los campos de Castilla y León le inspira para la
creación de un contexto rural en sus historias donde se unen sueño y realidad. Viaja
a Madrid para estudiar Ingeniería pero volverá y se interesará entonces por
Filosofía y Letras, donde acabará especializando y ejerciendo de psicólogo
clínico. Posteriormente, su esmero en la escritura le hará poseedor de varios
premios literarios así como periodísticos. Recibe el Premio Nacional de
Literatura infantil y juvenil en el 2004 con Tres cuentos de hadas.
El vuelo del Ruiseñor, primer cuento de
la obra, narra la especial relación entre una niña y un ruiseñor. Una relación
donde cada uno aprende a dejar marchar al otro, pero con el canto y la compañía
pueden abarcar cada uno y juntos la libertad.
El hada que quería ser niña, segundo
cuento del libro, relata la vida de un hada “alegre, inocente y un poquito
cruel” que, como las otras, tiene el don de recoger las almas de los muertos,
de cazarla y vivir sus recuerdos. El hada de este cuento curiosa y deseosa de
conocer la vida de los hombres tomará la forma de una niña que una madre
perdió. La madre y el hada alcanzarán juntas su felicidad al margen de los
misterios y el tiempo.
El príncipe amado, último cuento, cuenta
la historia de una niña muda que es cuidada por un labrador. Al hacerse
muchacha, un dragón quedará cautivado por su belleza. Poco a poco se creará entre
ellos un vínculo íntimo. No obstante, ella acabará casándose con un príncipe y
años después tendrá al fin un niño. Así comenzará la amarga historia del
príncipe amado, una vida de tristeza y amor. El cuento gira alrededor de la
belleza y el encanto como maldición y don.
como un efecto sobre el que lo miraba”
Hay algunos temas que se repiten a lo largo de los tres cuentos de los diferentes personajes, como la tristeza, el amor, la amistad, la pérdida, el silencio, el secreto o el olvido. La tristeza, la felicidad y el amor se encuentran arraigados en un mismo tallo.
En El vuelo del ruiseñor, se observa en los padres de la niña, mas sobre todo la hallamos en el penúltimo capítulo del cuento, cuando el ruiseñor salva a la niña, y ella se siente a un mismo tiempo alegre y a apenada.
En El príncipe amado, la tristeza se encuentra a la par de la felicidad en la madre del príncipe amado, siente tristeza por haber dejado al dragón pero felicidad ante su amor por su marido y por su hijo. Es en su hijo donde se atenazan el amor y la felicidad, pues a pesar de su bondad y su encanto su amor trae tristeza y desgracia.
Por último, El hada que quería ser niña es calificado por el narrador como un cuento triste. Las hadas se sienten atraídas por el alma de los niños, sobre todo cuando no son felices. Pero conseguirá dar felicidad a la madre, al margen de sus secretos.
También la
muerte y la pérdida son la base de los tres cuentos: el hada consigue el amor
de la madre, tras la muerte de su hija, y lo olvida tras su muerte; el dragón
muere lentamente hasta la llegada de la muchacha; y la niña queda unida al
ruiseñor por el canto tras su muerte. El olvido también se encuentra en el
segundo y el último cuento. En el segundo forma parte del hada cuando suelta
los recuerdos de los humanos y, en El
príncipe amado, el príncipe decide que los demás sean felices aunque
implique el olvido de su existencia. Recuerdo y olvido se unen en cada
fragmento de los tres cuentos en los instantes de la vida de sus personajes.
Por último, el silencio de los
personajes, de las relaciones entre los vínculos de amor. En tantas ocasiones
queda manifestada el entendimiento entre los personajes por la mirada o por los
actos, como entre el ruiseñor y la niña, y el dragón y la muchacha. Y en otras
tantas el silencio guarda el secreto inconfesable, así sucede con la madre y el
hada.
“¿Qué pasó en el bosque?”
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