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martes, 13 de enero de 2015

Cartas de invierno, Agustín Fernández Paz. Por: Mónica Montes Gazulla

CARTAS DE INVIERNO
Agustín Fernández Paz
Ediciones SM, 1998




Agustín Fernández Paz nació en Vilalba (Lugo), en 1947. Licenciado en Ciencias de la Educación, ha ejercido como maestro en diferentes centros escolares. Además de su labor docente, ha trabajado duramente por la reforma pedagógica en la enseñanza: fue miembro del Gabinete de Estudios para la Reforma Educativa y Coordinador Docente de Gallego, aunque ha sido más conocido por su faceta literaria. Actualmente es uno de los escritores más conocidos y valorados en el ámbito de la literatura infantil y juvenil, en Galicia y en el resto de España. Autor de más de 45 títulos, dirigidos preferentemente a lectores infantiles o juveniles, ha recibido varios premios a la literatura infantil y juvenil.

Cartas de invierno es una interesante e inquietante historia de misterio en la que el lector queda atrapado desde el primer momento, ya que pasa a  convertirse, junto a los dos protagonistas principales, Xavier Lauzao y Adrián Novoa, y la hermana de Xavier,  Teresa Lauzao, en testigo directo y conocedor de los extraños misterios y acontecimientos que están teniendo lugar en la casa que Adrián acaba de comprar en la localidad gallega de Vilarmaior (Vigo).
La historia comienza cuando Teresa Lauzao recibe un sobre de su hermano, del que sin saber por qué, hacía varios meses que no recibía noticias. A diferencia de otras veces,  el contenido de este sobre era muy diferente. Su hermano le había adjuntado junto a la carta, dos sobres que no debía leer y que debía entregar a un conocido suyo de Vigo, en caso de que transcurriera una semana y no se hubiera puesto en contacto con ella.  Trascurridos tres días, preocupada y empujada por la curiosidad e inquietud de las palabras de su hermano, Teresa decide abrir los dos sobres. En uno de ellos, encuentra unas fotografías y en el otro, una recopilación de cartas que Adrián había escrito a su hermano Xavier. Se dispone en primer lugar a leer las cartas para comprender lo que estaba ocurriendo. En las primeras cartas, Adrián Novoa cuenta a su amigo Xavier que finalmente ha decido establecer su residencia en Galicia, y que está dispuesto a visitar y comprar la casa que habían visto extrañamente anunciada en aquel periódico durante sus vacaciones de verano en Viveiro. Tras haberse desplazado hasta la localidad gallega, había decidido comprarla. Expresaba su profunda ilusión, la casa le fascinaba y quería mudarse cuanto antes allí. Desde el momento en que Adrián se desplaza a Doroña-Vilarmaior, se da cuenta de que circulan misteriosas leyendas sobre la casa. Nadie quiere hablar sobre ella, e incluso percibe que el tema incomoda a los vecinos que se niegan a darle detalles sobre los antiguos inquilinos y el origen de la vivienda. Pese a todo, y sin darle mayor importancia, decide reformarla e instalarse allí.
El relato da un giro cuando un día, Adrián empieza a recibir extrañas llamadas. No reconoce la voz y le resulta imposible entender los mensajes. Tras repetirse durante varios días, decide desconectar el teléfono, imaginando que todo se reduce a una broma. Pero no era así, iba más allá. Empieza a recibir mensajes cifrados al fax con mensajes de ¡Socorro!¡Arriba! Tras este desconcierto, comienza a indagar por la casa para encontrar una explicación, y decide finalmente subir al desván. Allí encuentra, entre otras cosas, un libro de antologías artísticas, pero entre las láminas, descubre un cuadro que le resulta familiar. Es a partir de aquí, cuando todo empieza a cambiar; El cuadro toma vida, y empieza a observar que la escena representada va cambiando. Asustado, decide informar a su amigo de los acontecimientos sucedidos y empieza a tomar fotografías de los movimientos que presentaba la escena del cuadro. Absorto en aquella escena, descubre que la habitación representada en la lámina corresponde con una parte de su vivienda. Empieza así esta misteriosa aventura en la que Adrián se ve impulsado a resolver y que, angustiado por la situación, decide reclamar la ayuda y presencia de su amigo, que hasta el momento no ha respondido a su llamada.
Mientras tanto, Xavier, había estado durante unos meses en Quebec por motivos laborales, por lo que era ajeno a todo lo que estaba ocurriendo en la nueva residencia de su amigo. Es a su llegada a Compostela, y tras  recoger la correspondencia,  cuando Xavier, debido a la cantidad de cartas emitidas por su amigo percibe que algo está ocurriendo. Ahora,  empezará la aventura para Xavier, quien tras la lectura de las cartas y asustado por el contenido, decide ir a visitar a su amigo Adrián de inmediato.
Intentará resolver el misterio en el que está atrapado su amigo, pero no será suficiente. Será Teresa, la que tras recibir las cartas de Xavier y aguardar una semana,  acuda a Doraña-Vilarmaior para ayudar a estos dos amigos, y finalmente consiga resolver y poner fin a este misterioso encantamiento al que estaba sometida  la casa y que, desafortunadamente, ha conseguido llevarse consigo, la vida de estos dos grandes amigos.


Cartas de invierno es un libro que recomendaría en segundo o tercero de la ESO, por el formato, la temática y  el vocabulario. Es un libro muy intenso, que sabe captar al lector desde la primera página, creando tal dependencia e intriga que hace que quieras seguir leyendo para saber qué es lo que está ocurriendo en esa casa.  Además, el libro presenta un vocabulario sencillo pero, a su vez elaborado, con una gran carga adjetival en algunas de sus escenas, que puede contribuir a la adquisición de vocabulario y terminología nueva. A su vez,  está contextualizado dentro de un entramado cultural presente en la tradición gallega actual,  arraigada en temas como la magia, supersticiones, simbología celta… que hace que el lector, en este caso, el neolector,  sea conocedor de estas cuestiones culturales y resulte contagiado y sumergido bajo este manto tradicional y esotérico. Por otro lado, el formato más presente a los largo del relato, es la carta, género conocido y cercano para nuestros alumnos, que puede servir para trabajarlo posteriormente en el aula. Además, considero que esta obra es un ejemplo excelente, puesto que el autor, Agustín Fernández Paz, sabe explotar la riqueza de este recurso de una manera muy sutil y apropiada, consiguiendo, como resultado, captar y mantener una fuerte conexión con el lector durante toda la obra.

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