EL HOMBRECITO VESTIDO DE GRIS Y OTROS CUENTOS, de Fernando Alonso.
El libro
de Fernando Alonso narra de manera sutil, pero contundente, situaciones de la
vida cotidiana, que nos rodean en nuestro día a día a todas horas. Nos
encontramos ante una antología en la que aparecen los siguientes cuentos: El
hombrecito vestido de gris, El barco de plomo, Los árboles de piedra, El viejo
reloj, El barco en la botella, El guardián de la torre, El espantapájaros y el
bailarín, La pajarita de papel.
Las
historias sobre las que tratan dichos cuentos breves muestran todo tipo de
valores necesarios para nuestra sociedad, cosa que iremos desgranando a
continuación mientras damos cuenta de cada uno de ellos.
- El
hombrecito vestido de gris:
Es
la historia de un hombre triste, esclavo de la realidad que le rodea. Su vida
transcurre día tras día de manera repetitiva, monótona, siempre lo mismo,
siempre las mismas acciones. Sin embargo, esa era la parte de su vida que
mostraba a la gente, puesto que él mismo era todo un revuelo de sensaciones,
emociones y alegría.
De esta
manera, un día decide cambiar y convertirse en ser cantante, pero su alrededor
le da la espalda y decide no ser diferente, ser igual a los demás, seguir a la
masa, fingiendo un continuo dolor de muelas para obligarse a no cantar.
Es, por lo tanto, un cuento
interesantísimo por diversos aspectos: nos ofrece la posibilidad de ver que la
sociedad no soporta lo diferente, aquello que se sale del marco de la “norma”.
Por otra parte, me parece
curioso que el autor decidiese darle una segunda oportunidad al personaje en el
final alternativo que se presenta, en el que se convierte en un cantante muy
importante y todos aquellos que le criticaban antes, hacen cola para verle en
el teatro.
Desde mi punto de vista,
este final alternativos es una alusión clara a la hipocresía que “campa a sus
anchas” en nuestra sociedad. Hipocresía porque todo aquel que le criticaba y le
daba la espalda a nuestro hombrecito de gris, en realidad admiraba su otro ser
rebelde y auténtico. Pero como no todos nos atrevemos a ser nuestro verdadero
yo frente a la sociedad, en ocasiones tan cruel, tampoco deseamos ver a
nuestros semejantes siendo auténticamente felices y realizados.
-El
barco de plomo:
En
el cuento se narra la vida de un barco de plomo que no sabe cuál es su lugar:
primero es un elemento decorativo, pero el hijo de la familia juega con él y se
rompe, por lo que ni era un barco que pudiese navegar ni tampoco un elemento
decorativo.
Su sorpresa llega cuando, al ver el niño que
se le ha abierto un boquete al barco de plomo, le mete en una pecera como
“barco naufragado”. Y ese sí fue su momento, navegando por el mar y siendo el
cobijo de los peces. Libre.
Para mí este cuento entraña
un sentimiento muy extendido en nuestra sociedad y es la necesidad de ser útil
para la gente que te rodea. Muchas veces nos sentimos desubicados dentro de una
sociedad en la que la exigencia por ser el mejor en todo prima; así, Alonso nos
da clara muestra de lo difícil que supone “encontrar nuestro sitio” y sentirnos
“un barco más en el mar”.
En
el cuento de Los árboles de piedra:
se nos presenta un mundo totalmente distinto
al que conocemos: un mundo en el que todo está hecho de piedra; un mundo en el
que los niños quieren ir a ese sitio donde los árboles son de verdad, no de
piedra. Y para ello deciden ponerse de acuerdo y ayudarse los unos a los otros,
organizándose, para traer de nuevo el mundo que deseaban. Y al final lo
consiguen, consiguen traer a su mundo de piedra árboles de coral, acordes
consigo mismos. Los que ellos querían.
Este cuento nos acerca al sentido de la
solidaridad, del trabajo en grupo; a no pensar únicamente en uno mismo, sino en
todos, en el conjunto de la sociedad como un grupo de personas que van
encaminados hacia el mismo fin. Así, aprendemos que colaborando los unos con
los otros los resultados siempre serán satisfactorios y gratificantes, porque
sentirnos útiles para los demás y para la sociedad mejorará nuestra calidad de
vida.
Uno
de los cuentos más interesantes de esta antología es el de El viejo
reloj, que habla de un reloj que Ramón se encuentra en el desván de su
casa. Era el reloj de su abuelo y había dejado de sonar desde que éste murió.
Nadie se
había atrevido a arreglarlo, hasta que lo descubre Ramón. A partir de aquí se
produce un torbellino de historias alrededor de los números desaparecidos del
reloj y Ramón, que está decidido a arreglarlo, pinta los números con colores y
cuelga el reloj en la pared de su habitación.
Este libro nos transporta a
esas experiencias familiares que hemos vivido: abuelos, tías, primos, etc.,
esas experiencias que recordamos con tanto cariño y que, a veces, se esfuman en
el recuerdo de aquellos que mueren.
Por eso,
creo que esta historia es un claro ejemplo del recuerdo, de añoranza; un
ejemplo de superación de los seres queridos en tanto que sabemos que siempre
van a estar ahí, acompañándonos en el recuerdo.
-El barco en la botella:
Fundamentalmente es un cuento que trata sobre la libertad, el derecho a
quitarnos las ataduras que nos condicionan la vida. La historia comienza con la construcción de un barco decorativo que
insertan en una botella. Para él, el barco, todo era real, pensaba que ese era
su mundo: con sus velas, sus casas de colores, ese mar ondeando. Hasta que vio
a su lado más barcos dentro de botellas; entonces descubrió la irrealidad de su
mundo y decide romper con todo, incluso con la botella que le tenía retenido, y
comienza de nuevo una nueva vida, eso sí, libre.
De esta
manera, Alonso nos muestra cómo nuestro barco decide “romper las cadenas” que
lo atan a ser igual que los demás, y elige ser libre, diferente, pero por ello
auténtico y original.
-El
guardián de la torre:
Escenifica
en pocas páginas la avaricia, la soberbia de las gentes, el mirar al resto por
encima del hombro. La prepotencia de algunas personas que caminan por la vida
sintiéndose superiores a los demás.
El cuento narra la vida de un barrio de una
ciudad en el que los vecinos decidieron construir una torre muy alta que le
diese prestigio y orgullo a dicho barrio. Y así fue hasta que un día el balcón
de la torre se abrió y de él salió un hombre que, miraba a sus convecinos de
manera altiva y arrogante. Se sentía superior por vivir en la torre más alta
del barrio y hacía circular historias que él mismo inventaba sobre la torre.
De este modo los vecinos,
indignados, decidieron que ya era suficiente y, por ello, olvidaron la torre, a
su inquilino y, a consecuencia de esto, el edificio empezó a perder brillo, a
envejecer, hasta que quedó reducido a ruinas. Así, los vecinos reconstruyeron
el edificio, pero esta vez hicieron una casa de una sola planta, para que nadie
pudiera mirarles ni con soberbia ni prepotencia. Un edificio donde reunirse a
conversar, a convivir. En este cuento se da una lección muy importante a los
lectores: es mejor estar acompañado, porque la soledad, en la gran mayoría de
los casos es destructiva. No vale de nada estar en un escalafón más alto si
allá arriba te encuentras solo y nadie quiere tu compañía. Es mucho mejor la
humildad de saberse igual al resto, y así poder disfrutar del beneplácito y la
compañía de todos.
-El
espantapájaros y el bailarín:
Este
melancólico cuento trata sobre la rebeldía, pero no la rebeldía porque sí, sino
una rebeldía justificada, una rebeldía contra la insumisión. El espantapájaros
no quiere serlo, él ama a los pájaros y le gusta jugar con ellos.
Además, desde
que un joven bailarín le enseña a bailar, le encanta. Por eso, aunque su vida
era triste durante el día, rezaba para que llegase la noche y pudiese darse a
su afición y su vida: bailar. Pero su amo, el Señor Justo, se lo prohíbe.
Primero el espantapájaros sigue las órdenes de su amo, hasta que un día no
puede soportarlo más, necesita liberarse de ese yugo, necesita bailar.
Pero esa necesidad y esa rebeldía tuvieron
consecuencia: su amo le hace tal paliza que lo destroza, pero un jirón de ropa
se eleva con el viento, bailando con él.
En este cuento encontramos
la ironía del nombre del amo: el Señor Justo, que representa en la obra todo lo
contrario: la injusticia. Además, creo que es muy significativo porque el
espantapájaros representa el afán de enfrentarse a lo establecido, a decir
basta y sentirse libre, sin nadie a quien tener que dar cuentas.
El espantapájaros se nos muestra como un valiente, que
lucha hasta el último momento por aquello en lo que sueña y desea. Así, con la
imagen final del jirón elevándose al cielo y bailando al compás del viento,
Alonso nos hace ver que todo lo que el espantapájaros luchó valió la pena,
porque ahora, aunque de una manera trágica, era libre y al fin bailaba.
-La pajarita de papel
Es el
cuento que cierra el conjunto. Nos muestra la historia de Tato, un niño al que
su padre le hace una pajarita de papel, pero es una pajarita que está triste.
Su padre visita a todos los sabios del mundo y le recomiendan hacerla más
espectacular: que pueda volar, que pueda cantar, la decoran, etc. Pero la
pajarita solo se pone feliz cuando el último sabio descubre que lo que le
ocurre es que está sola. Entonces, el padre de Tato hace muchas pajaritas para
que se hagan compañía.
Este cuento representa el
estado de soledad, la tristeza que se experimenta cuando no tienes a nadie
cerca con quien compartir historias de vida. Por eso, la solución a la tristeza
de la pajarita no era colmarla de mejoras sino ofrecerle compañía, poder verse
reflejada en la mirada y la compañía de otras pajaritas. La soledad es un mal
que sufren muchas personas en nuestra sociedad y este es un esperanzador cuento
que nos ayuda a reflexionar acerca de cómo solucionar este problema y poder
hacer feliz a los demás.
Este libro
de Fernando Alonso nos transporta a un mundo de niños, de aventura, pero al
mismo tiempo nos habla de temas que no tienen edad, que nos preocupan a todos.
Nos habla de la realidad del día a día, de los problemas que atacan
directamente a la sociedad y, por ende, a nosotros que vivimos dentro de ella.
Se trata de cuentos con un consejo, con una moraleja para enfrentarnos a la
realidad, a la vida. Fernando Alonso nos proporciona armas con las que
enfrentarnos a las injusticias, la soledad, la codicia y los temores. Y, al
mismo tiempo, nos proporciona armas para sobreponernos a todo ello, para
avanzar, luchar, ayudar y comprender. Para vivir felices y, de este modo, hacer
felices a los demás.
Cristina Sales Cruz.
Cristina Sales Cruz.
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