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miércoles, 14 de enero de 2015

Morirás en Chafarinas (Margarita Asensi Fernández)


Morirás en Chafarinas es una obra escrita por Fernando Lalana en 1990. Este autor, nacido en Zaragoza en 1958, es licenciado en Derecho aunque la mayor parte de su vida la ha dedicado a la escritura.

Fernando Lalana es un reconocido escritor de literatura infantil y juvenil, que obtuvo con la obra que nos ocupa el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 1991.


Morirás en Chafarinas es una novela de intriga, a medio camino entre la novela negra y el relato de aventuras, donde todos los hechos transcurren en una semana en la ciudad de Melilla durante el servicio militar.

El autor retrata la ciudad de Melilla y la vida militar donde transcurre la acción de la novela a partir de su propia experiencia en el Grupo de Regulares de Melilla, donde realizó el servicio militar. 

En la obra encontramos una intrigante trama, donde el suspense, la intriga y la acción captan la atención del lector desde el principio, y especialmente de los jóvenes lectores.
La obra está narrada en primera persona del singular y se estructura en 7 capítulos que corresponden a los días de la semana, donde se entremezclan varias temáticas, como la vida militar, los asesinatos y el mundo de la drogas, entre otros, que atraen la atención del lector juvenil. Además, en la obra encontramos vocabulario típico de la vida militar para dar más verosimilitud a la obra, pero que no supone ningún problema de comprensión, puesto que el autor explica dichas palabras a pie de página.

La obra comienza un domingo durante la guardia del protagonista de la novela, un cabo oficinista que lleva ocho meses y medio en Melilla. Estando de guardia, Júdez abandona su puesto y dispara a uno de los centinelas. Esto hace que Aguado y el protagonista salgan tras él hasta llegar a la mezquita de la ciudad donde acaba tirándose desde lo alto del minarete.
Al día siguiente, Moliner que estaba preso, enloquece y acaba muriendo finalmente en el Hospital Militar.
Estas dos muertes en tan poco tiempo provocan que el capitán Contreras pida ayuda a Cidraque, compañero de calabozo de Moliner, y presentado como un hombre muy inteligente, para que investigue las dos muertes, ambas relacionadas con el tráfico de  heroína.
Cidraque convence al protagonista de la novela para que le ayude en la investigación y entre ambos, descubren entre otras cosas, que una lavandería era el centro de distribución de heroína de la ciudad, la cual pertenece al capitán Contreras y al capitán Gayarre.

Cuando el capitán Sebastián Gayarre mata al soldado Villalba “aparentemente, en defensa propia” (pág. 110), Contreras decide cancelar la misión de investigar las dos muertes a Cidraque. Pero Cidraque y el protagonista convencidos de que algo estaba sucediendo, siguen investigando. Entonces, Cidraque junto a Contreras es enviado a las islas Chafarinas, donde transcurre el final de la novela y que da título a la obra.
En Chafarinas, Cidraque y el protagonista de la novela, que había pedido un pase de visita turística, se enteran de que Elisa, la mujer de Contreras había sido asesinada. Este hecho hace que decidan vigilar a Contreras y seguirle a través de las galerías que recorren el subsuelo de la isla hasta la isla del Congreso. Es aquí, donde además de la muerte de Contreras y dos compañeros, Fernando Lalana nos sorprende con un final inesperado y dejando las puertas abiertas a la imaginación, pues la obra termina y no sabemos si Cidraque mató a Contreras en defensa propia y se sintió cegado por el maletín repleto de droga o todo era un plan de éste para conseguir la droga.
Como vemos, el autor escribe un final inesperado a la vez que sorprendente que llama la atención del lector. Además, deja abierto el final para diversas interpretaciones por parte de los lectores.

Por todo esto, considero que es una obra adecuada para tercero y cuarto de secundaria, con la que se puede trabajar en el aula debido a la intriga y la temática de las drogas y los asesinatos, así como del final abierto que deja el autor para que los lectores saquen sus propias conclusiones. También cabe decir que aunque el servicio militar ya no es obligatorio, la temática y la acción durante el servicio militar puede captar la atención de los lectores de esta edad.

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