La catedral es una novela publicada en 2000
por la editorial SM. Su autor, César Mallorquí (Barcelona, 1953) es periodista,
guionista de radio, creativo de publicidad y escritor español de novelas de
literatura fantástica y ciencia ficción. Dados sus estudios en Periodismo,
dedicó su labor profesional a este sector hasta 1981, cuando lo cambió por la
publicidad. Durante una década trabajó como creativo en varias agencias hasta
que en 1991 volvió al mundo de la literatura.
Esta novela es de género histórico,
ambientada en la Edad Media. El protagonista es un joven, Telmo Yáñez, hijo de
un maestro constructor, que acaba de ser admitido en la logia de los
francmasones gracias a su gran habilidad como escultor. Su padre debe partir a
Santiago de manera misteriosa, y a su regreso tienen lugar sucesos extraños,
que se suman a la aparición de tres caballeros templarios disfrazados de
francmasones. Le comunican que Telmo debe acompañarles a Kerloc’h, Bretaña,
donde está construyéndose una catedral y él es un elemento fundamental para
intentar desentrañar la desaparición del maestro Thibaud.
Una vez en Kerloc’h, Telmo y los tres
templarios se infiltran entre los trabajadores de la catedral para llevar a
cabo su misión. Telmo es seleccionado para esculpir una figura de San Miguel
para adornar el altar, además de trabajar en la construcción de la catedral. La
financiación y organización del edificio corre a cargo de la Orden del Águila
de San Juan, desaparecida durante mucho tiempo y sospechosa de un gran robo de
los tesoros de la cristiandad.
Conforme avanzan los sucesos, el clima
misterioso e incluso esotérico se adueña de la historia, pues el templo no está
dedicado a Dios, sino a Lucifer. Una vez que Telmo ha descubierto esto, alerta
a los templarios, pero ya es demasiado tarde y son encarcelados. A partir de
este momento, y hasta el final, se sucede una serie de batallas para impedir
que invoquen al demonio, aunque ya es demasiado tarde. Cuando miran al mar,
cercano a la catedral ya construida, una imagen siniestra aparece ante sus
ojos: cielo y mar se han unido en un torbellino del que nace Lucifer; sin
embargo, la novela acaba de manera feliz. Los templarios derrotan a los
miembros de la Orden del Águila de San Juan y Telmo vence al demonio, de manera
que la vida de todos los habitantes de Kerloc’h vuelve a la normalidad.
La lectura de esta novela es amena e
intrigante, ya que desde los primeros capítulos se presentan hechos misteriosos
que no se resolverán hasta las últimas páginas. Cuando leemos esta obra no
notamos en ningún momento que se trata de literatura juvenil, ya que el autor
consigue que la historia, así como la manera de contárnosla, sea accesible
tanto para un público joven como para uno adulto. Es un gran ejemplo para
introducir a los lectores que nunca antes se hayan acercado a la novela
histórica, pero también una muy buena obra para los amantes de este género.
El tratamiento de la intriga al final de cada
uno de los capítulos nos hace sumergirnos más aún en el libro y sentirnos cada
vez más ligados a los personajes, en especial a Telmo. El protagonista vive
muchas experiencias y el lector las vive junto a él gracias a la gran tarea
narrativa que realiza César Mallorquí. Además, a través de las fabulosas
descripciones que hace sobre arquitectura podemos aprender mucho acerca de este
mundo, como si nos encontrásemos en una clase de Historia del Arte.
Como lectores, esta novela deja muy buen
sabor de boca, ya que continuamente se producen giros inesperados en la
historia, sobre todo en los capítulos finales, donde el autor nos deja atónitos
tras la resolución de cada uno de los misterios.
La catedral es una novela algo monótona en
los primeros capítulos, pero enseguida engancha al lector y le arrastra al
siglo XIII a través de la perfecta descripción que el autor realiza de la
sociedad medieval. Gracias a esto nos puede servir de introducción al tema de
la literatura medieval, como medio de contextualización de la época. Los
alumnos podrían ver así cómo eran las costumbres en la Edad Media, los
paisajes, las gentes, los gremios, etc.
Trabajar esta obra en el aula de Secundaria
sería muy buena idea, puesto que probablemente gran parte de los alumnos
quedarían enganchados a ella. Como ya veíamos, el misterio es uno de los
elementos fundamentales de esta novela, por lo que si el docente sabe explotar
esa cualidad, se puede conseguir que muchos de ellos la lean con entusiasmo.
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